En los inicios de 2003, la Dra. Adriana Zaffaroni, que asume su identidad indígena por parte de su abuela materna perteneciente al pueblo tehuelche, decide radicarse en el noroeste argentino. Desde entonces, junto a Gerardo Choque, descendiente kakan por parte de su abuelo paterno, se proponen impulsar la conformación del colectivo Rescoldo integrado por docentes, investigadores, jóvenes estudiantes y referentes sociales, con el propósito de sumar esfuerzos para recrear espacios alternativos de vincularidad social. Una urdimbre que visibilice y fortalezca la acción colectiva de “las voces bajas”, es decir, de la suma de hombres y mujeres cuyos antepasados protagonizaron caminos similares de desarraigo y sometimiento. En ese contexto, están aquellos que llevan en su sangre la vertiente cultural indígena, pero también, aquellos que “descendieron” de los barcos, los migrantes empobrecidos del mundo. Son hijos de una misma memoria trágica cuya paternidad le pertenece al colonialismo europeo, depredador y excluyente.