Los fundamentos de la acción
En los inicios de 2003, la Dra. Adriana Zaffaroni, que asume su identidad indígena por parte de su abuela materna perteneciente al pueblo tehuelche, decide radicarse en el noroeste argentino. Desde entonces, junto a Gerardo Choque, descendiente kakan por parte de su abuelo paterno, se proponen impulsar la conformación del colectivo Rescoldo integrado por docentes, investigadores, jóvenes estudiantes y referentes sociales, con el propósito de sumar esfuerzos para recrear espacios alternativos de vincularidad social. Una urdimbre que visibilice y fortalezca la acción colectiva de “las voces bajas”, es decir, de la suma de hombres y mujeres cuyos antepasados protagonizaron caminos similares de desarraigo y sometimiento. En ese contexto, están aquellos que llevan en su sangre la vertiente cultural indígena, pero también, aquellos que “descendieron” de los barcos, los migrantes empobrecidos del mundo. Son hijos de una misma memoria trágica cuya paternidad le pertenece al colonialismo europeo, depredador y excluyente.
Un conglomerado de voluntades que reconoce ante todo la profunda heredad cultural de la región. Si se quiere, una experiencia reparadora de la herida colonial tan presente hoy en la vida de los pueblos de la América profunda.
Una apuesta liberadora que reivindica a mujeres y jóvenes como indispensables protagonistas.
Una apuesta esperanzadora, que se propone tejer nuevas experiencias enriquecidas en las prácticas y paradigmas milenarios de las culturas indígenas de la región. Sabiduría ancestral que ha sobrevivido a través de la persistencia silenciosa de los pueblos durante 500 años de colonialismo en América.
La esencia de lo prohibido sigue latente bajo las formas identitarias más diversas, enmascaradas o yuxtapuestas en las prácticas impuestas, sutiles pero vigorosas en el “estar haciendo” juntos.
La singularidad de una cosmovisión que ha experimentado otras formas de estar y de pensar el mundo desde el sujeto colectivo, nos interpela en un tiempo de profundo malestar de una sociedad occidental dominante fundada en un sujeto individual en crisis. Pero no solo es la memoria o la magnificencia de una cultura diferente lo que nos interpela sino, fundamentalmente, la presencia viva y mayoritaria en nuestra región de los que portan la sangre indígena en sus venas y que requieren no solo ser reconocidos sino, además, intentar reinventarnos en nuevas formas de estar juntos amasando los ingredientes que emergen de su sabiduría.
Durante siglos, el legado cultural que nos trasmiten nuestros mayores, de generación en generación, forjaron un camino de profundo diálogo con el cosmos. Nos enseñan a “estar recordando” cómo se engendra la vida y, de esta manera, “estar haciendo” hermanados la gran tarea de la crianza. Cuidar la vida, es cuidar la “wawa”, y la wawa somos todos.
Abordamos entonces un proceso de recuperación de la memoria, para entender y entendernos, para establecer un diálogo cultural, para entablar un proceso de reciprocidades de conocimientos y sabiduría, para encontrar un punto justo de respeto y complementariedad entre mundos culturales diferentes.
La puesta en valor de la sabiduría indígena rompe los moldes jerárquicos de la hegemonía cultural occidental impuesta, y permiten imaginar nuevos horizontes de construcción colectiva respetuosa de la vida.
En este sentido, rescatamos los aportes de Rodolfo Kusch (1922- 1979) quien a través de su “Antropología Filosófica Americana”, incorpora conceptos orientados a descubrir lo popular y rescatar la potencia de su persistencia.
Acudimos también a los invalorables aportes del filósofo indígena peruano Javier Lajo Lazo, que nos permiten sistematizar los paradigmas del orden paritario generador de la vida en el cosmos, saberes prohibidos por el colonialismo, pero tan presente en la memoria de los pueblos andino amazónicos.
Nuestra tarea también se guía por los aportes del grupo modernidad/colonialidad, al cual pertenece Arturo Escobar, y de la Epistemología del Sur, propuesta por Boaventura de Souza Santos quién, desde la llamada “Sociología de las ausencias”, amplía el presente a través del reconocimiento de diferentes racionalidades, conocimientos, prácticas y actores sociales.
Una epistemología diferente que da credibilidad a las nuevas experiencias sociales contra hegemónicas. Un apronte inconformista que sugiere otra forma de involucramiento, análisis, investigación y construcción de teoría diferente de la tradicional, a partir del supuesto epistémico que sostiene que el pensamiento tiene un suelo y desde allí hemos de operar con el concepto de políticas del lugar.
Haciendo anclaje en la producción de conocimiento de la co-investigación reseñada por Espitía Vásquez y Carlos Valenzuela, desarrollamos nuestra propia experiencia durante veinte años de vivencias colectivas, a través de la construcción de renovados saberes y prácticas a lo que denominamos Epistemología de las Reciprocidades. En otros términos, recrear un saber junto a los colectivos sociales en diálogos interculturales, en procesos de reciprocidad y sin jerarquías, generando capacidades y compromisos para reinventarnos y “estar haciendo” juntos.
Desde la Epistemología de las Reciprocidades, como propuesta epistemológica “otra”, se hacen visibles las múltiples lógicas locales de producción de culturas e identidades, prácticas ecológicas y económicas que emergen sin cesar de diversas y distantes comunidades de todo el mundo, especialmente en Latinoamérica, marcando la perspectiva de lo situado e instalado desde la diferencia.
En este sentido recuperamos el pensamiento de Arturo Escobar (1999) quien señala la importancia de generar conocimiento situado, esto es, apostar por una investigación social cuyas producciones estén vinculadas a las realidades socio-históricas, la naturaleza del lugar, del territorio y la construcción de subjetividades y relacionamientos en torno de éste.
Reafirmando nuestro posicionamiento epistémico como un horizonte de posibilidad para el cambio en los colectivos sociales, también queremos destacar el carácter decolonial de este estilo de investigación que se fundamenta en un diálogo experiencial.
En coincidencia con los aportes de Daniel Mato, en el ámbito de la academia pervive aún la visión de ese imaginario subalternizante de la investigación cada vez más hegemónico, que induce a deslegitimar la producción intelectual de los actores sociales con quienes se investiga.
Sostenemos entonces nuestra propuesta como un proceso que invierte la primacía de las prácticas académicas para colocar en el eje central las prácticas de reflexividad de los colectivos, que no son otra cosa que conocimientos y saberes desplegados en la práctica. De esta manera, permite descolonizar en clave crítica y propositiva la generación de conocimientos dentro de la misma academia.
Descolonizar nos llama a involucrarnos en el estar, contribuyendo a un proceso de recuperación de “otra historia”, una narrativa desde la voz de los “sin voz”, una ausencia de siglos que es necesario mostrar y visibilizar.
La enseñanza de los abuelos dice que hay que estar retornando hacia adentro, hacerse madeja para sentir fuertemente y, desde lo profundo del afecto, desovillarse hacia afuera, para sentir, para pensar, para recordar, para respetar, para sopesar, para estar haciendo.
Es el sentido desafiante de la pedagogía de las abuelas que andan hilando por los caminos, una práctica que “nos está recordando” que también el tiempo es paritario y que hay un tiempo que se está yendo y otro que está volviendo, pero que ambos siendo diferentes se complementan para que la vida se manifieste plena.
Memorias del Colectivo Rescoldo
A comienzos de 2003, por iniciativa de la Dra. Adriana Zaffaroni y de Gerardo Choque, deciden fundar el colectivo Rescoldo, sumando a esta propuesta a referentes sociales, de la cultura, académicos y docentes con quienes se comparten experiencias de vida enriquecedoras.
Más adelante, se gestiona la inscripción de una fundación con idénticos fines, a la cual se le otorga personería jurídica a través de la Resolución nº 274/10 del Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Salta, que se extiende hasta el 31 de diciembre de 2018, decidiéndose continuar con las actividades del colectivo Rescoldo, prescindiéndose de la precitada institución.
La convocatoria al colectivo Rescoldo, se hace extensible a docentes y estudiantes de la Universidad Nacional de Salta, a partir de la inserción de la Dra. Adriana Zaffaroni en dicha entidad académica en su carácter de profesora e investigadora a cargo de la Cátedra de Investigación Educativa (INVEDUC) de la Carrera de Ciencias de la Educación, perteneciente a la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Salta.
En los inicios, la temática modular de la acción estuvo focalizada en el abordaje de la problemática de los jóvenes. Para conocer sus necesidades, sus prácticas y sus propuestas, durante diez ediciones continuas, se promueve la organización de las Jornadas de Jóvenes Protagonistas. Una vez al año, en un espacio de trabajo entre pares, los jóvenes universitarios protagonizan un encuentro con jóvenes provenientes de distintas comunidades del noroeste argentino, lo que permite entablar un diálogo fecundo sobre las distintas dimensiones de sus vidas.
En el año 2007, bajo el lema “Identidad y compromiso” aquellas Jornadas de jóvenes protagonistas marcan un nuevo rumbo. Los jóvenes indígenas participantes de aquel encuentro, provenientes de diversas culturas de la provincia de Salta, ponen de relieve otro escenario que nos interpela, desde las profundas marcas de la exclusión social y la invisibilización de la identidad cultural de los pueblos. Aquellos jóvenes, determinaron un nuevo derrotero del colectivo Rescoldo. Fueron ellos los que pregonaron sobre la necesidad de la recuperación de la memoria, la construcción de espacios reparadores de la identidad cultural y el abordaje de prácticas de reciprocidad cultural sin jerarquías. Desde la voz de los jóvenes protagonistas que representaron a los pueblos Chiriguanos, Wichi, Chané, Chulupíes, Chorotes, Tobas, Tapietes, Collas, Diaguitas- Calchaquíes, entre otros, se inicia un nuevo camino, un vital aporte para restañar la herida colonial que dejó la invasión europea.
A partir de allí, el colectivo Rescoldo rediseña las actividades con el firme propósito de involucrarse en la problemática indígena a través de acciones concretas.
En el año 2008, en el Paraje Suri Huasi, departamento de La Caldera, provincia de Salta, Argentina, los miembros del colectivo Rescoldo deciden constituir una fundación que permita canalizar las diversas iniciativas e impulsar a su vez, la articulación de la Red Latinoamericana de Investigadores de las Ciencias Sociales PACARINA.
La dimensión paritaria de los territorios culturales del NOA, diferentes y complementarios, es decir, las culturas andinas y las culturas amazónicas, nos sugieren adentrarnos en una primera instancia en los departamentos de San Martín y de Rivadavia, más precisamente en este último caso, en el municipio de Santa victoria Este, ubicado en el Gran Chaco, provincia de Salta, Argentina.
Precisamente, en Santa Victoria Este, avanzamos en un diálogo intercultural con diversas comunidades indígenas de La Puntana, Monte Carmelo, La Curvita, entre otras. Propiciamos un primer emprendimiento, consistente en la construcción colectiva y solidaria de un salón comunitario para y por los jóvenes de La Puntana. De allí se desarrollarán múltiples actividades de capacitación con jóvenes, docentes, agentes sanitarios y referentes indígenas de la zona.
Un grupo de jóvenes wichí manifiesta que desean estudiar en la Universidad Nacional de Salta. Ellos son Ervis Díaz, Osvaldo Villagra, Cesar Zacarías y Susana Moreno. La Dra. Adriana Zaffaroni y Gerardo Choque resuelven con su propio esfuerzo recibirlos en su casa particular en una experiencia única de convivencia pluricultural que se prolongará durante cuatro años. Se profundiza la capacitación de referentes indígenas, de dinamizadores socioculturales, se impulsa la creación de dos unidades experimentales de producción comunitaria de miel, con la gestión de la totalidad del equipamiento y la capacitación para su puesta en marcha.
Paralelamente, nuevos desafíos llegan a nuestra institución. Se inicia un proceso de organización de colectivos de jóvenes indígenas y se concreta dos panaderías comunitarias en las localidades de Tuyunti (Comunidad Chané) y Yacuy (Comunidad guaraní), ubicadas en el Departamento San Martín, provincia de Salta, Argentina.
Las imposibilidades económicas de nuestra institución nos llevan a replantear la acción territorial, en particular por la distancia de más de 500 kilómetros que separan al lugar de residencia del equipo de trabajo del colectivo Rescoldo y el municipio de Santa Victoria Este.
Desde el año 2010, se abre un nuevo camino de diálogo y acción intercultural con las comunidades andinas de los llamados valles diaguito calchaquíes. Allí, somos partícipes de la experiencia del Pueblo Quilmes, en Tucumán, Argentina, desarrollando actividades conjuntas durante cinco años, referidas a la capacitación para docentes, dirigentes indígenas y jóvenes de la región. Desde este espacio, se perfilan nuevas iniciativas, culminando con un fecundo trabajo de coinvestigación junto a los comuneros Quilmes, lo que fue condensado en una publicación bibliográfica. Se multiplican en la zona experiencias similares con las comunidades de Amaicha, Colalao del Valle, Santa María, Cerro Pintado y Las Mojarras, localidades de las provincias de Catamarca y Tucumán, Argentina.
En el ámbito académico se amplía la gestión del colectivo Rescoldo. Desde el año 2008, la novel carrera de Ciencias de la Comunicación, también nos tiene como protagonistas, participando a través de la Dra. Adriana Zaffaroni en el proceso de creación y con posterioridad a través de diversas cátedras a cargo. Desde allí, se suman nuevos adherentes al colectivo Rescoldo.
En el 2009, la Dra. Zaffaroni asume por concurso la dirección del Centro de Investigación de Lenguas, Educación y Culturas Indígenas (CILECI). Desde este espacio institucional, se promueve la continuidad y fortalecimiento de dos experiencias troncales de encuentros cíclicos de frecuencia anual: las Jornadas de Jóvenes Protagonistas y el Simposio Latinoamericano de Ciencias Sociales y Humanidades. Estas actividades adquieren una envergadura notable de impacto internacional, producto de acuerdos institucionales y de la cogestión con diversas universidades del continente con sedes en Perú, Venezuela, Chile y Argentina, respectivamente.
Por otra parte, se inicia simultáneamente el diseño e implementación de diversos proyectos de investigación tal es el caso de, “El futuro a través de la mirada joven”, “Como alojar jóvenes indígenas en la universidad”, “Jóvenes en comparsa” y “Los Jóvenes y la política”, entre otros.
Siguiendo con nuestra actividad territorial, a partir del año 2010 acordamos con referentes locales la apertura de diversas iniciativas de capacitación y coinvestigación junto a docentes, dirigentes sociales y jóvenes en las localidades de Animaná, San Carlos y Angastaco, en la provincia de Salta, Argentina.
En el año 2017, se posibilita una nueva articulación entre la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Salta, el Gobierno de la Provincia de Salta y el colectivo Rescoldo. De esta gestión asociada nace una nueva apuesta, el Encuentro Regional de Culturas Andino Amazónicas, bajo el lema “Tejiendo prácticas de reciprocidad”. Se inicia nuevas articulaciones entre las que se destaca el vínculo intercultural con las comunidades indígenas de Río Grande, Arremo y Pampallana, parajes de Jasimaná, provincia de Salta, Argentina.
Una amplia producción bibliográfica elaborada por el colectivo Rescoldo acompaña las diversas actividades, con publicaciones sobre jóvenes y material referido al contexto de memoria e identidad de los pueblos indígenas de la región, como resultado de un tejido de reciprocidades de conocimientos del espacio comunitario y del ámbito académico. En este contexto, resaltamos la creación de la revista PACARINA, de edición periódica, que condensa artículos de investigación científica, reflexión teórica y crónicas de experiencias sociales, presentados por académicos latinoamericanos.